Youngsters deported from LA or sent back by their families discover that they must survive for a time in a country where they have no relatives, a country they hardly know. Since his brother Jose’s murder in LA, Edgar has found solace and friendship living at this gang crash pad. “Little Crazy” has become Edgar’s girlfriend and “Cashy” is one of his best friends.
Los Jóvenes deportados de Los Angeles o enviados de regreso a El Salvador por sus familias, descubren que deben sobrevivir por un tiempo en un país donde no tienen familia, un país que difícilmente conocen. Después del asesinato de su hermano José en Los Angeles, Edgardo ha encontrado consuelo y amistad viviendo en un albergue de la pandilla. “La Loquita” es novia de Edgardo y “Cashy” es uno de sus mejores amigos.
 

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There has been an argument among the gang members. A homeboy made a pass at another gang member’s wife. The leaders of the Crazy Big Gangsta clique decide to hold a meeting to resolve the dispute. The judgement is called “giving court.” Punishment takes place during the gang meeting.
Ha habido una pelea entre los pandilleros. Un “homeboy” coqueteaba con piropos y acosó a la esposa de otro pandillero. Los líderes del grupo “Big Gangsta Locos” deciden tener una reunión para solucionar la disputa. El juicio es llamado “dando corte.” El castigo se hace durante la reunión de pandilleros.
     
“If she’d been a woman from another neighborhood and not a homeboy’s wife, maybe we’d laugh about it over a few beers,” Edgar says. "It’s not right, but that’s street justice LA style and that’s how we do it here too.”

When the punishment is over the gang members hug. The punished youth puts a rag in his mouth to soak up the blood. Both throw the gang sign of loyalty.
“Si ella hubiera sido una mujer de otro barrio y no la esposa de un homeboy, nos habríamos reído tomándonos unas cervezas,” dice Edgardo. “No es correcto, pero es la justicia de la calle al estilo de Los Angeles, y así es como lo hacemos también aquí.”

Cuando el castigo termina, los pandilleros se abrazan. El joven castigado se pone un trapo en la boca para absorber la sangre. Los dos tiran la seña de mano de su pandilla demostrando su lealtad.